El beso de la mujer araña: Intimidad y resistencia en escena
- Paula Santarsieri
- 6 oct
- 3 Min. de lectura
por Paula Santarsieri

La versión teatral de El beso de la mujer araña, dirigida por Valeria Ambrosio y protagonizada por Pablo Pieretti (Valentín) y Oscar Giménez (Molina), ofrece una lectura sensible e intensa de la novela de Manuel Puig de 1976. La puesta se estrenó inicialmente en 2020 como proyecto del recordado actor y psicólogo Ernesto Pérez Ré, a quien está dedicada, y debió interrumpirse a causa de la pandemia. Su regreso, en 2021, marcó el inicio de un destacado recorrido: temporadas sostenidas, varios galardones (ACE 2022: “Mejor obra en drama”, “Mejor actor en drama” –Giménez- y “Mejor dirección en drama” –Ambrosio-) y, más recientemente, la celebración de las 500 representaciones en la cartelera porteña.
La trama se centra en la convivencia forzada en una celda de dos personajes marcadamente disímiles: Valentín, un militante político apresado por su activismo, y Molina, un preso homosexual acusado del delito de corrupción de menores. La puesta logra que las diferencias iniciales se transformen en un diálogo progresivo, en el que cada uno aprende a mirar al otro desde una cercanía inesperada. La relación entre ambos se despliega con una verosimilitud que conmueve: del recelo inicial se pasa a la complicidad y, finalmente, al afecto profundo.
Avanzada la obra, uno de los momentos centrales lo marca la frase pronunciada por Valentín: “Cada vez me convenzo más de que el sexo es la inocencia misma.” Este enunciado, lejos de ser un gesto retórico, sintetiza la transformación del personaje: alguien que, habituado a pensar el mundo en términos ideológicos y estratégicos, descubre en el deseo y en la entrega corporal una forma de pureza y de verdad. La cita ilumina el sentido político de la intimidad en Puig: frente a la represión y la violencia, el encuentro entre los cuerpos se revela como un espacio de resistencia y de humanidad.
Molina es el motor de ese descubrimiento. Con sus relatos, entre ellos el de la “mujer pantera”, teje –como una araña- un refugio narrativo en el que lo fantástico, lo kitsch y lo sentimental se entrelazan. No se trata solo de entretener: en esas historias, ofrece a Valentín una nueva forma de mirar, menos rígida y más permeable a la vulnerabilidad. A su vez, Valentín, en su entrega paulatina, permite que Molina sea algo más que un narrador: lo convierte en interlocutor, en compañero, en alguien con quien compartir no solo el encierro, sino la vida interior.
Con respecto a lo sonoro, destaco —además del recurso de la voz off empleada para el desarrollo de la trama— los boleros que evocan la atmósfera sentimental y artificiosa del universo del autor. Recrean el clima de melodrama que envuelve a los personajes y subrayan la dimensión estética y emocional de la historia.
El final de la obra, otro de los grandes aciertos, condensa con precisión los materiales que en la novela se expanden en informes y documentos. Ambrosio logra un cierre que mantiene la ambigüedad y la densidad política, al tiempo que preserva la emoción inmediata del teatro.
En fin, esta versión de El beso de la mujer araña consigue el delicado equilibrio entre fidelidad literaria y potencia escénica. La dirección precisa y las actuaciones logradísimas de Pieretti y Giménez hacen de esta puesta una experiencia que recuerda la vigencia de Puig: lo íntimo y lo político, lejos de excluirse, se encuentran en el mismo espacio, se tejen en la misma trama.
FICHA TÉCNICA:
Autoría: Manuel Puig
Actúan: Oscar Gimenez, Pablo Pieretti
Voz en Off: Héctor Fernández Rubio
Vestuario: Laboratorio Marte
Escenografía: Jose Palumbo
Música original: Valeria Ambrosio
Diseño De Iluminación: Valeria Ambrosio
Fotografía: Carlos Alberto Garcia, Nacho Lunadei
Asistencia de dirección: Paul Caballero, Melu Fuentes, Jesus Segovia
Producción artística: Alejandra García
Producción ejecutiva: Alejandra García
Gráfica: Valeria Ambrosio
Dirección: Valeria Ambrosio
por Paula Santarsieri (@paulasantarsieri)
María Paula Santarsieri nació en San Miguel, provincia de Buenos Aires. Se formó como profesora de Castellano, Literatura y Latín en el ISP Dr. Joaquín V. González. Se especializó en Literatura Infantil y Juvenil en la Universidad Nacional de San Martín y es diplomada en Estudios de Género por la Universidad Tecnológica Nacional. Actualmente, cursa la maestría en Estudios Literarios Latinoamericanos en la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Se desempeña como docente en colegios secundarios y en la Universidad Nacional de General Sarmiento. Le gusta la escritura literaria y ensayística. Está terminando de escribir su primer poemario.