Entre tus siestas, o una navegación impetuosa
- Paula Santarsieri
- 31 may
- 3 Min. de lectura
por Paula Santarsieri

En un fondo de tonos azules profundos, que asemejan la inmensidad del mar, un hombre y una mujer se dirigen al fondo del lecho marino en el que reposa una cuna cuya blancura resplandece. “Una comedia visceral y disruptiva”, reza la frase que acompaña el cuadro descripto. Ambos –texto e imagen- componen, entre otros elementos, el flyer de Entre tus siestas de Brenda Howlin.
En la obra, una pareja de padres primerizos se sumerge en sus propias profundidades. Cada uno, a su manera, busca encontrarse a sí mismo dentro de las directrices que sus respectivos roles imponen. ¿Cómo lograr la compatibilidad entre quienes fueron antes de la llegada de Dylan “Chu chu” y entre quienes son ahora que están a merced de sus demandas? ¿Cómo mantener el espacio propio? ¿Cómo salvaguardar la pareja? ¿Cómo mantenerse a flote y no ser arrastrados por la ola arrasadora que el primer año supone?

Los personajes ensayan respuestas a estas preguntas, pero ninguna es absoluta. El hambre y el sueño de Chu chu definen el ritmo de la vida familiar y es “entre (sus) siestas” cuando hay lugar para el respiro, el desahogo –con sillón a lo Freud incluido- y el (re)encuentro.
Como advierte el volante, lo visceral atraviesa la puesta. Las emociones están a flor de piel. La vulnerabilidad, las inseguridades, los celos, los miedos y los deseos pospuestos se suceden intensamente y conviven, a la vez, en un marco de humor. Nos enternecemos con las vivencias de la pareja (interpretada por Débora Zanolli y Martín Tecchi) y a la vez nos reímos con ella. Sus dramas cotidianos están teñidos de una comicidad, por momentos más o menos sutil, que no quita peso a lo expuesto; pero que, indudablemente, lo aliviana. Lxs actorxs componen personajes profundos que revelan a partir de sus parlamentos, del canto y de la danza sus aristas más lúdicas y poéticas. Justamente, es esta profusión de lenguajes artísticos la que aporta a la puesta su tono disruptivo y original.

La obra nos invita a navegar junto a estos personajes las aguas ambivalentes de la maternidad/paternidad. Aguas bravas, a veces, y ensordecedoras —como la batería de The Killers— y otras, extrañamente, calmas; oscuras, por momentos, y también transparentes, capaces de iluminarlo todo; saladas casi amargas y, al mismo tiempo, dulces tanto tanto como una papilla de “coco, avena y banana”. Howlin y su equipo nos zambullen en el puerperio y su intensidad abrumadora y nos propulsan -desde El Camarín de las Musas- hacia las costas de la empatía y la interpelación.
La pueden ver los domingos 17hs en El Camarín de las Musas. Entradas aquí.
FICHA TÉCNICA:
Agradecimientos: Leandro Airaldo, Santi del Yerro, Dalia Gutmann, Tincho Lupus, Eleonora, Héctor Segura, Sebastian Soler, Manuel Vignau
por Paula Santarsieri (@paulasantarsieri)
María Paula Santarsieri nació en San Miguel, provincia de Buenos Aires. Se formó como profesora de Castellano, Literatura y Latín en el ISP Dr. Joaquín V. González. Se especializó en Literatura Infantil y Juvenil en la Universidad Nacional de San Martín y es diplomada en Estudios de Género por la Universidad Tecnológica Nacional. Actualmente, cursa la maestría en Estudios Literarios Latinoamericanos en la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Se desempeña como docente en colegios secundarios y en la Universidad Nacional de General Sarmiento. Le gusta la escritura literaria y ensayística. Está terminando de escribir su primer poemario.
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