Molly Bloom: La fiesta de Molly
- Paula Santarsieri
- hace 4 días
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por Paula Santarsieri

“Hace 45 años que hago teatro. Celebrarlo haciendo Molly Bloom es, sin duda, la fiesta más difícil.”, afirma Cristina Banegas en el texto que presenta su unipersonal en el sitio de Alternativa teatral. Leer esta frase, antes de asistir a la puesta, acrecentó mis ganas de verla. Pensé en Joyce, en su monumental Ulises (1922) y en las dificultades a las que se habrá enfrentado la actriz y su equipo para montar el monólogo del último capítulo de una de las novelas más disruptivas del siglo XX.
Asistí a una de las funciones de los jueves. Ingenuamente, supuse que, por ser día de semana, quizás quedaban entradas disponibles, pero me equivoqué. Una fila larga advertía lo que confirmé minutos después: las localidades estaban agotadas. Me alegré de contar con mi reserva y rápido me sumé al grupo que estaba por entrar. La sala del Centro Cultural Borges —en la que hasta el 27 de julio tuvo lugar el espectáculo— era pequeña, lo cual generaba un ambiente íntimo y permitía a lxs espectadores estar cerca del escenario. La escenografía era prácticamente nula. Recordé el sustantivo “fiesta” que leí en la web y, en un primer momento, lo sentí lejano. Minutos después, apareció la protagonista con un austero vestuario y colocó unas páginas sobre un atril puesto junto a un micrófono. Las luces se centraron en ella, sonrió, comenzó a hablar y, casi sin darme cuenta, la fiesta había empezado: Molly Bloom, la esposa de Leopold —protagonista de Ulises—, la madre de Milly y Rudy, la amante de Blazes Boylan, la que ansía ser una prima donna, la Penélope moderna y descarada del capítulo 18, cobró vida y nos compartió a lxs presentes su interior más profundo.
En su novela, Joyce recrea el fluir de la conciencia de Molly. Esta reflexiona sin reparos ni eufemismos sobre el amor, las fantasías sexuales, el matrimonio, la maternidad, el paso del tiempo, la libertad económica, los prejuicios y la hipocresía. Es por momentos vulgar, pero no se autocensura. Sus pensamientos no son exteriorizados y eso también los libra de juicios ajenos. No corrió la misma suerte el autor. El monólogo fue considerado, en algunos países, obsceno y su publicación fue prohibida.
En esta versión teatral, Banegas dota a Molly de cuerpo y, entre inflexiones, risas, cantos y gestos le da voz a sus verdades. Verdades que son enunciadas maravillosamente —sin ninguna pausa, ¡ni un sorbo de agua!— por sesenta minutos. Cabe añadir que Joyce para generar ese fluir se vale de una escritura casi sin marcas de puntuación y plagada de asociaciones libres y saltos temporales.
Más allá de la complejidad que debe radicar en la tarea de dar vida a un personaje y a su discurso interior, creo que lo “difícil” a lo que se refiere Banegas también debe hacer referencia al trabajo de traducción y adaptación del texto original. La actriz, en colaboración con la traductora Laura Fryd, se avocó a la tarea de traducir el monólogo del inglés al español, y ambas, junto a la docente y autora Ana Alvarado, se encargaron de adaptarlo al género dramático. Estrenar la obra —derechos de autor mediante— les llevó aproximadamente 12 años.
Pienso ahora en todo el esfuerzo compartido que hay detrás de este espectáculo y entiendo más las palabras que cité en el inicio. No solo para Banegas, sino también para la compositora Carmen Baliero —directora de esta puesta-concierto (tiempo después resignifiqué el micrófono y el atril del escenario)- como para todxs lxs involucradxs cada función debe ser una suerte de celebración. Por mi parte, me sumo al festejo y me quedo especialmente con su cierre, con la parte en la que Molly, con cada “sí” gozoso que pronuncia, parece conectar con su propia existencia y acrecentar el deseo que la anima.
FICHA TÉCNICA:
Autoría: James Joyce
Adaptación: Ana Alvarado, Cristina Banegas, Laura Fryd
Traducción: Cristina Banegas, Laura Fryd
Actúan: Cristina Banegas
Operación de luces: Luciana Suppicich
Diseño De Iluminación: Verónica Alcoba
Fotografía: Nora Lezano
Colaboración en escenografia: Julieta Capece, Juan Teodoro
Asistencia de dirección: Matías Macri
Producción ejecutiva: Jorge Thefs
Producción: El Excéntrico De La 18
Dirección de arte: Juan José Cambre
Dirección: Carmen Baliero
por Paula Santarsieri (@paulasantarsieri)
María Paula Santarsieri nació en San Miguel, provincia de Buenos Aires. Se formó como profesora de Castellano, Literatura y Latín en el ISP Dr. Joaquín V. González. Se especializó en Literatura Infantil y Juvenil en la Universidad Nacional de San Martín y es diplomada en Estudios de Género por la Universidad Tecnológica Nacional. Actualmente, cursa la maestría en Estudios Literarios Latinoamericanos en la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Se desempeña como docente en colegios secundarios y en la Universidad Nacional de General Sarmiento. Le gusta la escritura literaria y ensayística. Está terminando de escribir su primer poemario.
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