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Lo que el río hace: Un viaje hacia el interior

  • Foto del escritor: Ailo
    Ailo
  • 3 may
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 8 may

por Ailo


¿Qué tendrá la sensibilidad que se filtra de manera tan preciosa a través del río? 


Lo que el río hace es una de las obras más concurridas, premiadas y valoradas de la producción teatral argentina de los últimos años. La conexión entre las autoras y actrices, su origen, su hermandad y la decisión de contar entre ambas una historia que solo lo pueden hacer juntas y siendo una sola, es uno de los pilares para construir eso que transmiten. 



Eso que transmiten. 


Amelia es una escritora de novelas románticas que vive en Buenos Aires con su marido y su hija Lila. Una mujer absolutamente sobrepasada de las tareas de maternidad, de la ciudad y su ritmo agobiante, de las exigencias de su editora en una industria que necesita best-sellers y así desconecta cada vez más a los autores de su esencia. Enredada en esa rutina de computadora, celular y día a día, tiene que viajar al pueblo donde nació para resolver por fin la herencia de su padre que murió hace varios años. 


En ese viaje en el que pretende ir y volver en el día, lleva consigo su ‘porteñitud’, o ese escudo de indiferencia y acelere que la ciudad te va construyendo sin que te des cuenta. Un caparazón para defenderse del ritmo, una piel animal y salvaje que te protege de la adversidad pero también opaca tu interior


“Últimamente no me río más” dice Amelia al personaje de Mariano Saborido, que es brillante y motoriza la transformación de ella con hilos invisibles, visibles, con tanza de pescar y con un humor precioso que se disfruta cada vez que entra en escena. 


La trama se sucede como una película, escena tras escena ella se reencuentra con personas del pueblo con quienes ha tenido vínculos muy fuertes en otra etapa de la vida en la que ya no se reconoce, ni le interesa profundizar. El caparazón porteño con wifi. Está reticente a todo lo que la inviten, desde un chipá hasta a participar de la Fiesta Nacional del Pacú, de la que fue reina en su adolescencia. Como si se desarmara su identidad por completo si abandona su traje blanco y su pelo planchado. ¿Y qué hay debajo del estereotipo? 


La obra avanza pasito a paso con Amelia despojándose cosa por cosa de todo lo que la tiene agarrada, a veces por propia voluntad y una presencia muy fuerte de recuerdos que la invaden en ese lugar de origen, y a veces por obra de impulsos o reacciones de las personas que la acompañan y la van guiando en su necesaria transformación. 



¿Qué hace el trabajo alienado en las personas que las hace ir perdiendo el sentido de las cosas? El ritmo irrefrenable de una vorágine, la imposibilidad de permitirse mirar la luna en el medio del río.


Todo el tiempo la obra es risa y sensibilidad, van construyendo en el recorrido por el que nos van llevando una familiaridad con ellas, una identificación, una compasión y un acompañamiento a su proceso, una pregunta en nosotros mismos de cuándo son las veces en que nos dejamos hacer por el río. 


La belleza simple y enorme de entender a ese padre en los hechos, en el despojo, a esos padres que son como abrazar a un cenicero, que muchas veces no pueden compartir eso que una va a buscar, pero cuando tenés que irte te llevan hasta la terminal, se fuman un cigarrillo, y te saludan con la mano en un movimiento que se confunde entre una despedida y un aliento ‘seguí hija, seguí, seguí’. Y después, te mandan un mensaje pidiendo perdón. 



Lo que el río hace es una construcción sensible de un viaje hacia el interior de cada uno de los personajes, un sismo de río, un pedacito de historia que sin darte cuenta te va sembrando en el centro del pecho un algo que te ablanda, eso que te permite a vos también abandonar un poco la armadura y ver las cosas de una manera diferente. O de dos. 


Lo que el río hace se presenta de miércoles a sábados a las 20hs en el teatro Astros.


FICHA TÉCNICA:

Autoría: María Marull, Paula Marull

Actúan: María Marull, Paula Marull, William Prociuk, Monica Raiola, Mariano Saborido, Debora Zanolli

Diseño de vestuario: Jam Monti

Diseño de escenografía: Gonzalo Cordoba Estevez

Música original: Antonio Tarragó Ros

Stage Manager: Jeremías Sapire

Operación de sonido: Mateo Sapire

Diseño De Iluminación: Adrian Grimozzi

Asistencia de dirección: Alejandra D´elia

Prensa: Carolina Alfonso

Producción ejecutiva: M .Laura Quevedo

Producción: Luciana Becerra

Dirección: María Marull, Paula Marull


por Ailo (@___ailo)


Ailo (Ailén Cafiso) es bailarina, coreógrafa, escritora y artista multimedia. Trabajó diez años como editora, primero en un grupo editorial y luego en un proyecto independiente. Creó el grupo Potencial de acción donde reúne artistas multidisciplinarios para la creación de obras de cine y danza. Co-dirigió Parque (2022), hizo La danza rota (2024) y fue una de las primeras bailarinas del mundo en experimentar con danza y NFTs. Escribe poesía, y está terminando su primera novela. Creó Ficcialidad con el  fin de difundir material artístico e histórico de investigación. ailo.work

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