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Amanuenses: La fricción imborrable de lo analógico

  • Foto del escritor: Nicole Popper
    Nicole Popper
  • 12 jul
  • 3 Min. de lectura

por Nicole Popper


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Lo primero que hago al ver este título es buscar la definición de la palabra Amanuense: “Persona que tiene por oficio escribir a mano, copiando o poniendo en limpio escritos ajenos, o escribiendo lo que se le dicta”. Y es que esta obra, sin texto y compuesta como una coreografía de absoluta precisión, pone de manifiesto algo de ese mundo analógico del que cada vez hay menos vestigios.


Cuatro cuerpos alienados nos recuerdan a la famosa escena de Chaplin en Tiempos Modernos, donde una actividad absolutamente mecanizada se transforma en movimientos cada vez más inhumanos y parecidos a un baile interminable, donde el cuerpo se vuelve territorio del hábito más que soporte de emociones y vivencias genuinas.


Situada en algún momento del siglo XX, Amanuenses nos muestra el día a día de cuatro oficinistas, con todos los gestos clásicos de un trabajo cotidiano y casi ritual. El saludo matutino, el tupper del almuerzo, el break de los fumadores y el cafecito de mitad de día son algunas de las situaciones que dan lugar a juegos sutiles de poder, dinámicas grupales del entorno laboral, y escenas hilarantes de una vida que, sin sobresaltos ni eventos trascendentales, todos podemos asociar a nuestra propia rutina.


Estos personajes sin nombre lidian con sus conflictos usuales, y de cada momento se desprenden líneas arbitrarias, puntos de fuga, y encontronazos cargados de comicidad. En un discurrir imperceptible, basado en la repetición y la variación, escenas reconocibles se transforman en danzas que generan extrañamiento y provocan carcajadas.


El ritmo de esta obra es hipnotizante, y nos lleva a atestiguar el devenir de estas personas en meros seres laborales, despojados de profundidad. Y luego desarmarse y convertirse en criaturas oficinistas que son parte de una máquina, poniendo en primer plano el procedimiento escénico en función del absurdo.


Amanuenses es una propuesta esencialmente lúdica, con un humor fino y constante, evidentemente construida por y para esos intérpretes, librados de generalizaciones, apostando por una particularidad física anclada en el juego escénico. La composición corporal va más allá de una trama, no hay grandes argumentos, pero lo que hay es un sistema original, con reglas bien definidas que constituyen un lenguaje. Un mundo específico que nos expone sin rodeos a la lógica capitalista donde la productividad aplasta nuestras singularidades y nos convierte en una masa amorfa dedicada a optimizar procesos.


Pienso nuevamente en el título y creo que esa es la gran apuesta de Amanuenses: construir una obra basada en la fricción entre los cuerpos, las posibilidades materiales de esos encuentros, los conflictos tangibles de los objetos, las dificultades técnicas como tema y no como error.

Todo esto se vuelve todavía más significativo frente a un mundo sobreacelerado que, en su frenesí virtual, pretende arrasar con todo aquello que no puede digitalizarse: el accidente, el obstáculo, y en definitiva, el cuerpo.



FICHA TÉCNICA:


Idea: Constanza Feldman

Intérpretes: Martín Bertani, Constanza Feldman, Juan Jimenez, Emmanuel Palavecino

Vestuario: Estefanía Bonessa

Escenografía: Ariel Vaccaro

Iluminación: Matías Sendón

Redes Sociales: BORIA AUDIOVISUAL

Música En Vivo: Pablo Viotti

Diseño gráfico: Andrés Mendilaharzu

Asistencia de dirección: Lourdes Ayelén Elías

Prensa: Antonela Santecchia

Producción: Lourdes Ayelén Elías, Constanza Feldman, Emmanuel Palavecino

Colaboración en dramaturgia: Agustín Mendilaharzu

Modista: Marta Dieguez

Coach Vocal: Julia Morgado

Dirección: Constanza Feldman

Agradecimientos: Galpón De Guevara, El Pampero Cine, Gloria Barros, Teatro Bravard, Cintia Dattoli, Reina Fainberg, Matias Feldman, Gaucho Gil, Santiago Gobernori, Tomás Grimson, Walter Jakob, Mariano Llinás, Tío Mario, Pierpaolo Olcese, Laura Paredes, Fito Reynals, Antonella Santecchia, Daniela Talarico, Mercedes Torre

Composición Musical: Pablo Viotti


por Nicole Popper (@nicole.popper)


Nicole Popper es actriz, directora y dramaturga. Estudió Actuación y Dirección teatral en la UNA y se formó en Dramaturgia en la EMAD. También escribe poesía. Como autora y directora, estrenó Pájaro en mano (2016) y Targlok: sobre las reglas terrícolas (2018 y 2022). Actuó en teatro y en tele, y en 2023 la nominaron a los Premios Hugo por su actuación en Llega la mañana. Ahora está ensayando Max Garita, su próxima obra como dramaturga y directora, a estrenar en noviembre en Espacio Callejón.

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