El Concurso: una oportunidad única
- Manu Harriague
- Apr 24
- 3 min read
por Manu Harriague
Lunes de Pascua. Con un paso rápido esquivo obstáculos mientras escucho música al palo. Instintivamente acepto una publicidad que, recién ahora, noto en el bolsillo y alcanzo a leer la palabra milagro. En la esquina del museo, un hombre nos pregunta a los que estamos ahí reunidos ¿qué están esperando?
Teatro, teatro, teatro: un curioso milagro.
Nos explican las nuevas reglas del juego: para adentrarnos en la ficción, primero debemos volver a salir. Corridos del espacio tradicional, nos ordenamos en manada. Tropezamos, confundimos los pasos, reímos mientras somos guiados por los senderos del hermoso jardín del Museo Larreta. Allí, entre fuentes andaluzas y balcones de ensueño, nos encontramos con una historia que parece ya haber comenzado…

Pablo escribe un cuento. Su primer cuento. Y gracias a él entra en un concurso que se celebra en las afueras de la ciudad, junto a escritores más o menos conocidos. Pero esa llegada supone un nuevo desafío cuando le avisan que tiene la posibilidad de ganar el gran premio del Festival. Todos le hacen saber que lo que está viviendo es sólo la antesala de algo más importante.
Y aunque (o precisamente por eso) aclara que él no es escritor, despierta recelo entre otros dos concursantes: Mariano, un autor ya consagrado, y Camila, joven ávida de reconocimiento. Como contracara, Pablo cuenta que sólo obedeció al impulso, a un pálpito que lo llamó a escribir para atravesar una crisis personal. Los grandes nombres le son ajenos y el ambiente literario no le mueve nada. Esa desobediencia configura la dinámica de la escena, que funciona como trasfondo de una competencia velada expresada en chistes, insinuaciones y sonrisas tensas.
La vulnerabilidad que zumba alrededor de lo que brilla,
tal como una libélula que se acerca demasiado al foco.
Siempre parece actuar algo por debajo del deseo que alimenta la necesidad de la pose victoriosa, y obedece a una carrera interminable que aleja cada vez más lejos la línea de meta, sin el alivio de la llegada. A costa de pasar también por momentos de inseguridad, vergüenza o envidia. Así, la oportunidad única que parece abrirse al llamado de una nueva promesa literaria se siente como una caja herméticamente cerrada.

Con dramaturgia y dirección de Felipe Villanueva, El concurso aborda estos temas con liviandad, a través de personajes exagerados y un humor autoconsciente. La obra revela que la práctica creativa no puede nacer de la imposición. Se trata, en realidad, de lo que queramos hacer con ella. Aprovechando la gran casona colonial perdida en la ciudad, nos invita a dejarnos llevar por la música en vivo, entre luces titubeantes, mientras caen las flores del palo borracho y anochece, cada vez más temprano, en Buenos Aires.
Lunes 19:30hs, en el Museo Larreta, Av. Juramento 2291
FICHA TÉCNICA:
Dramaturgia: Felipe Villanueva
Vestuario: Lara Sobel
Música original: Agustin Cañas
Música En Vivo: Agustin Cañas
Fotografía: Boria Audiovisuales
Asistencia de dirección: Violeta Brener
Producción artística: Loli Crivocapich, Julian Infantino, Felipe Villanueva
Producción ejecutiva: Loli Crivocapich
Producción general: Saigon
Puesta en escena: Julian Infantino, Felipe Villanueva
Dirección de arte: Camila Perez
Dirección: Felipe Villanueva
por Manu Harriague (@manu.harriague)
Entusiasta espectadora desde el teatro de títeres de su infancia, ahora persigue esa misma emoción en cada espectáculo. Tras un breve paso por la Licenciatura en Letras, fue virando por distintos talleres de escritura, donde experimentó con dramaturgia, narrativa y poesía. En cada espacio descubrió una manera distinta de atravesar el mundo, trazando un dispositivo mutable de creatividad. Más adelante, encontró en la curaduría una confluencia transdisciplinar de esos intereses y preguntas. Actualmente, está finalizando la Licenciatura en Curaduría en la Universidad Nacional de las Artes.
Comments