El alma no come vidrio: ¿De qué lado queda la cordura?
- Nicole Popper
- 8 jun
- 2 Min. de lectura
por Nicole Popper
A partir de ver la obra dirigida por Daniela Catz, El alma no come vidrio, me quedo pensando de qué manera se pueden representar los trastornos mentales, y cuán fino es el borde entre la poesía y la locura. 21 actores en escena conforman esta obra que se desarrolla en un hospital psiquiátrico.

Luego de ver esta propuesta a partir del texto de Vicente Zito Lema, me quedo pensando en preguntas que siguen resonando incluso varias horas después de terminada la función: ¿quién está loco? ¿Cuál es el borde que separa la locura de la cordura? Empujar a quienes no responden a nuestras convenciones de normalidad hacia los márgenes, ¿es un acto de cuidado o de exclusión?
Una masacre en un hospital de salud mental da el puntapié inicial para la entrada de una poeta en esta historia. Ella está en la búsqueda de algo inasible: la belleza. ¿Es posible encontrar poesía entre tanta violencia? ¿Es posible convertir un lugar de encierro en un refugio? ¿Cuáles son los motivos ocultos de quienes pretenden cuidar a los más vulnerables? ¿Encerrar a “los locos” protege realmente a alguien, o simplemente sostiene nuestra ilusión de normalidad?
En definitiva, la poesía y la locura comparten un germen: el quiebre del lenguaje. La potencia nace en esa interrupción del sentido utilitario. En el balbuceo, en la imagen incompleta, en la palabra que tambalea.
Resulta perturbador escuchar “los delirios” encarnados en estos intérpretes. ¿Cuáles son sus obsesiones, sus ausencias, sus modos de habitar el mundo? ¿Es posible poner palabra ante tanto vacío? ¿Y qué sucede cuando, en lugar de acallar, elegimos escuchar?
Ver una obra con tantos cuerpos en escena es, en principio, una experiencia distinta. Se conforma allí una orquesta disonante, que sacude y desestabiliza los sentidos. Todo el tiempo, todxs están ahí, presentes, mirándonos, hablándonos, respirando con nosotrxs. Podría llegar a interpretarse que aquello que pretendemos ocultar está vivo. Que aquellas corporalidades que alguna vez se intentaron suprimir siguen moviéndose, sonando, bailando, cantando, tocando instrumentos, contando chistes, desbordando los límites.
FICHA TÉCNICA:
Autoría: Vicente Zito Lema
Actúan: Dolores Adduci, Gabriela Almaraz, Ezequiel Amante, Cristian Andreo, Nadia Berntz, Rodrigo Carbone, Julia Ceitlin, Marina Chiantaretto, Mama Jay Queen - Fort Flanagan Juan Pablo, Delfina Ibañez Carlis, Angie Kalbarczyk, María Magnarelli, Marian Mustica, Lourdes Ortiz, Agostina Otranto, Lola Rateno, Roberto Marcelo Serbiano, Sara Beatriz Tobal, Aluhe Tupac, Patricia Warnes, Leila Zylberberg
Asistencia de dirección: Malena Finamore Catz
Dirección: Daniela Catz
por Nicole Popper (@nicole.popper)
Nicole Popper es actriz, directora y dramaturga. Estudió Actuación y Dirección teatral en la UNA y se formó en Dramaturgia en la EMAD. También escribe poesía. Como autora y directora, estrenó Pájaro en mano (2016) y Targlok: sobre las reglas terrícolas (2018 y 2022). Actuó en teatro y en tele, y en 2023 la nominaron a los Premios Hugo por su actuación en Llega la mañana. Ahora está ensayando Max Garita, su próxima obra como dramaturga y directora, a estrenar en noviembre en Espacio Callejón.
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